La culpabilidad que todos sentimos de alguna manera produce un gran desasosiego y malestar interior, y lo que solemos hacer es proyectarla al exterior sobre otras personas o acontecimientos. De ese modo la conservamos inconscientemente. Los filósofos estoicos nos enseñan a asumir la propia responsabilidad y deshacer la culpa recordando verdaderamente quienes somos y cual es nuestra función en la vida.